Sopa de tomate rostizado

Una sopa cremosa y reconfortante que captura la esencia del verano. Los tomates rostizados a fuego lento liberan todo su dulzor y sabor, creando una base rica y compleja. La albahaca fresca y el queso asiago añaden un toque de elegancia. ¡Un plato perfecto para cualquier ocasión!

Ingredientes:
 

• 10-15 tomates bugalú maduros
   
• 2 cabezas de ajo
   
• 1 cebolla blanca troceada
   
• ¼ taza aceite de oliva
   
• Sal
   
• Pimienta
   
• 1 cda albahaca molida
   
• ½ cdta tomillo
   
• 1 taza de hojas de albahaca sueltas
   
• ½ taza de asiago rallado
   
• 2-3 cdas de crema de leche
   
• ½ taza de agua caliente

Instrucciones:
Precalentar horno a 300F. Cortar la parte de arriba de las cabezas de ajo, agregar sal, pimienta, pizca de albahaca molida y aceite de oliva. Cubrir bien, puede ser con papel de aluminio, llevar al horno. Quitar a todos los tomates la parte del tallo. Cortar todos por mitad a lo largo. Colocar en recipiente para hornear. Cubrir con aceite de oliva, albahaca, tomillo, sal y pimienta al gusto. Llevar al horno. Lo van a hornear el mayor tiempo que puedan sin que se queme. Mientras más tiempo los dejen a fuego bajo mejor hasta que esten bien rostizados. Agregar todo a la licuadora, incluyendo las dos cabezas de ajo que vamos a exprimir directo en la licuadora. Licuar. Agregamos albahaca fresca, asiago y crema de leche a nuestros tomates calientes. Agregar agua hasta obtener consistencia deseada.